El otro día ya llegaban noticias malas, bueno mejor dicho, los últimos años sólo has tenido malas noticias sobre ti mismo, pero hoy estoy feliz, hoy ya descansas. Allí donde estés quiero que sepas que no olvidaré el cuarto de baño que le hicimos a Estrella en el pueblo o las colillas que tirabas detrás de la uralita, echaré de menos tus enfados en el tute y nuestras tardes de cocacola y patatas... pero sabes qué, lo que nunca olvidaré es que te has ido hoy, el famoso día de la paga que siempre añorabas. Por eso no me quiero alargar más, por eso como decía papá sólo quiero decirte:
HASTA PRONTO VIEJO!