Y llega un día y ves que la vida lleva un buen ritmo, que tú te puedes parar pero el tiempo no lo va a hacer, y es en ese preciso momento cuando te das cuenta de que cada segundo cuenta, de que hay que disfrutar cada minuto que tengas libre porque llegará un día que no lo puedas hacer.
Que pena que nos demos cuenta de lo bonita que es la vida de adolescente cuando estamos llegando al sueño de ser adultos, es increíble como la vida es una mentira porque siempre estarás deseando que llegue un momento que no será como pensabas y habrás dejado por el camino muchos mejores que ya no puedes recuperar.
Al final sólo nos queda pensar que lo hecho, hecho está y bien hecho y lo que viene es lo que debemos hacer mucho mejor.
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