Pero recuerda que jamás nadie será como tu

Miramos hacia el pasado como si tuviéramos una máquina del tiempo que lo puede cambiar todo, nos volvemos nostálgicos intentando arreglar lo que en su día el destino quiso que hiciésemos así. ¿No lo ves? le damos demasiadas vueltas a algo absurdo, algo que no volverá y en cambio dándole vueltas a eso estamos haciendo que nuestro presente se esté dando la vuelta.

Recuerda que cada día nos queda mucho que aprender, tenemos que escuchar a mucha gente, nos guste o no, el 90 % de la sabiduría se adquiere desde el exterior, por dentro no somos nada, nacemos vacíos y algo nos va formando, nos va enseñando que el futuro es lo que vale, que una semana puede ser demasiado lejos, sólo nos puede importar el hoy y como mucho el mañana, porque nunca sabremos que día se cumplirán nuestros sueños, puede que sea un jueves o que estemos en abril, ¿qué más da si sólo seguimos viendo el pasado?

Levántate y siéntete diferente, eres nuevo, cada día empieza una nueva historia, por muchos que se empeñen en escribir el mismo cuento, las guerras las forman batallas, los libros están en capítulos, la vida se vive en momentos, por eso sal ahí fuera y cómete el mundo, no hace falta tener un referente, la mayoría de las grandes personas se dejaban ayudar pero a la hora de superarse se ponían a ellos mismos, cada uno es diferente, jamás conseguirás ser como alguien pero recuerda que jamás nadie será como tú.

Lo que no supe dar

Piensa que esta vida es un momento para darte lo que tengo y que me pidas más, vivo cada paso como un juego, nunca mido lo que entrego y te lo quiero dar.

Lo que no sepas cuidar, eso nunca volverá, tantas cosas que se escapan, tanto para recordar, lo que dejamos de lado por orgullo por ganar esa es la peor derrota, la que acaba con lo que hay, y es así, se nos va, para siempre.

Piensa que esta vida es un momento para darte lo que tengo y que me pidas más, vivo cada paso como un juego, nunca mido lo que entrego y te lo quiero dar.

Pues algo parecido pasa con las personas

Cierra los ojos y piensa que eres una estrella. Da igual la que cojas, la vas a convertir en ti, no hay de qué preocuparse. Mira a tu alrededor, ves que hay más estrellas, no son todas iguales, ni brillan todas lo mismo, y quizás eso te haga diferenciarlas. A unas las distinguirás por ser más grandes y a otras en cambio porque brillan más. Llega un momento en el que formas una constelación con varias más y es como el éxito de las estrellas, ese dibujo, esa forma que dan al situarse en cierta posición y permanecer unidas.

Pues algo parecido pasa con las personas.

Y lo que viene es lo que debemos hacer mucho mejor

Y llega un día y ves que la vida lleva un buen ritmo, que tú te puedes parar pero el tiempo no lo va a hacer, y es en ese preciso momento cuando te das cuenta de que cada segundo cuenta, de que hay que disfrutar cada minuto que tengas libre porque llegará un día que no lo puedas hacer.

Que pena que nos demos cuenta de lo bonita que es la vida de adolescente cuando estamos llegando al sueño de ser adultos, es increíble como la vida es una mentira porque siempre estarás deseando que llegue un momento que no será como pensabas y habrás dejado por el camino muchos mejores que ya no puedes recuperar.

Al final sólo nos queda pensar que lo hecho, hecho está y bien hecho y lo que viene es lo que debemos hacer mucho mejor.

Hasta pronto viejo

Has sido el primero, de los cuatro, has iniciado la lista de las pérdidas. Es duro pensar que el último recuerdo tuyo es la última vez que te vi cuando pensaba que mínimo sería la próxima vez que te iba a ver.

El otro día ya llegaban noticias malas, bueno mejor dicho, los últimos años sólo has tenido malas noticias sobre ti mismo, pero hoy estoy feliz, hoy ya descansas. Allí donde estés quiero que sepas que no olvidaré el cuarto de baño que le hicimos a Estrella en el pueblo o las colillas que tirabas detrás de la uralita, echaré de menos tus enfados en el tute y nuestras tardes de cocacola y patatas... pero sabes qué, lo que nunca olvidaré es que te has ido hoy, el famoso día de la paga que siempre añorabas. Por eso no me quiero alargar más, por eso como decía papá sólo quiero decirte:

HASTA PRONTO VIEJO!

¿cuántos estarían ahí en persona cuando realmente ocurra algo importante?

Mil whatsapps, quinientos mensajes directos, doscientos menciones, cien favoritos, cincuenta me gustas, pero, ¿sabéis que?... ninguno importante.

Cuanto hemos perdido con las redes sociales, es cierto que tiene una cosa buena y es que si queremos que la gente se entere de algo, en apenas 5 minutos habrá más de 50 personas sin exagerar que ya lo sabrán y que pueden hacer con esa noticia lo que les plazca. Cada día utilizo mucho las redes sociales, es una droga, quizás tan mala como las drogas principales que todo el mundo considera, porque se empiezan poniendo chorradas, compartiendo fotos graciosas pero se llega a puntos como contar las vidas. Un ejemplo es el miedo que tiene la gente cuando se queda sólo durante un tiempo por la circunstancia que sea, pero si encima lo cuelgas lo saben tus contactos, y ya hay muchas posibilidades de que se enteren los contactos de tus contactos y quien sabe qué puede pasar.

Pero estos son ejemplos simples de los miles que podría escribir, otro es cuando suben fotos medio desnudos, ¿qué necesidad hay?, quien sabe qué personas pueden estar viendo esas fotos, pero bueno al final cada uno hace con su vida lo que le plazca.

En definitiva sólo quería que atendierais un momento, en total de todas las redes sociales seguro que sumáis más de 200 contactos cada uno, pero... ¿cuántos estarían ahí en persona cuando realmente ocurra algo importante?

El tiempo es más importante que el dinero, el segundo se puede ganar mientras que el primero no.

¿Y si el vaso no está ni medio vacío ni medio lleno? Por qué nos fijamos en ese simple detalle pero no nos paramos a pensar por qué esta ese vaso ahí que es realmente lo importante. Cuando sepamos el por qué ya pensaremos en el cómo, pero siempre nos gusta adelantarnos, de ahí que mucha gente se considere adelantada a su época que tampoco tiene mucho sentido.

La vida es así, es una secuencia de retos en los cuáles no nos damos cuenta de que para solucionarlos nos tenemos que ir a la base, cómo empezó ese reto, porque si sabes el principio ya sólo queda el final, si te encuentras en el medio puede que alguna vez "suene la flauta" y consigas terminarlo pero estoy seguro que tardarás mucho más.

Por eso hay que pararse a pensar, que la gente ve el tiempo como algo que se pierde pero no es así, el tiempo se invierte y siempre habrá que tener clara una idea y es que el tiempo es más importante que el dinero, mientras el dinero lo puedes ganar, con el tiempo no puedes hacer lo mismo.

La vida es una miniatura de nuestro futuro.

¿Nunca te ha pasado que te has sentido solo? Has comenzado a sentir que todo te supera, comienza la desgana, y empiezas a dejar de creer en ti mismo, acoges una actitud pasiva en la cual aceptas cualquier cosa que pase.

Seguro que más de una vez lo has sufrido, es más, es probable que mucha gente se encuentre ahora en esa situación, yo también lo he sufrido. En ese preciso momento al final sólo vale una frase y es que tengas siempre claro que nadie va a ir a buscarte a casa, que en ese momento si estás tu sólo, porque cuando uno se mete en un agujero la principal causa para salir es que uno quiera por eso levántate y sal a por todas, sométete a un esfuerzo, no siempre encontrarás al principio la recompensa pero seguro que la tiene porque simplemente ya habrás hecho un reto personal y poder ganarte a ti mismo será el mayor de todos los regalos, por eso levántate cada día y juega a ganar al mundo, imagínate una partida que cuando perdías te ibas al último logro que hubieses conseguido o a la última vez que guardaste la partida, pues esto es igual, los juegos son una miniatura de la vida, la vida es una miniatura de nuestro futuro.

Pero ante todo sé tú.

¿Cuándo llega ese momento en el que te das cuenta de que has pasado una línea más en tu madurez?

Es cierto que llega un día y no lo notas, pero con el paso del tiempo lo sientes que quizás es mejor, te ahorra ese momento de espera que hace que te olvides de los momentos únicos hasta que sobrepasas esa raya. Se supone que un cambio está visto como actuar de manera diferente a la anterior, pero...¿es buena o mala?.

Al final es como todo, tú mismo conoces tus miedos y por ello debes encerrarte o sólo querer ir acompañado, pues nadie lo sabe. Ppr eso para terminar haré alusión a una gran frase y de las más famosas de hace décadas que dice algo así:
"Sé tú y sé feliz, pero ante todo sé tú."

¿Por qué es tan fácil rendirse?

¿Cuál es el precio de la felicidad? ¿Por qué es tan fácil rendirse?

Comenzaré por la primera, la felicidad tiene el precio que cada uno le imponga, para uno las cosas más insignificantes le harán feliz, en cambio otros preferirán las cosas más caras, pero no las confundamos con valor, no porque cueste más tiene más valor, el valor es algo simbólico.

En cuanto a por qué es tan fácil rendirse es causa del conformismo, quizás también se dice que algo te deja mejor sabor cuanto más te cuesta conseguirlo. La rendición surge ya que muchas veces el reto no es una prioridad y el hecho de no conseguirlo no influye negativamente y por ese motivo no esperamos una nueva oportunidad, un nuevo intento, pensamos que no llegaremos y nos autoconvencemos. Aquel que sepa luchar y esperar conseguirá llegar lejos aunque no sea rápido, en cambio el que se de por vencido lo hará rápido pero nunca llegará.

El camino es tan largo como uno quiera, la vida no consiste en terminar el primero el camino, consiste en vivir todo lo que puedas de ese camino.

Se enfrentaron al miedo, estaban enamorados.

No hay ni día, ni mes, ni año para que algo ocurra; en ese momento te das cuenta de que algo nuevo pasa por tu rutina, algo extraño, diferente o incluso raro, que hace que la cambie. 

Sintieron ese extraño cosquilleo que notas en los momentos importantes, ambos estaban de acuerdo en que algo les unía, estaban entrelazados por algo imaginario, no veían esa cuerda, pero no se podían separar. Estaban ante el momento más importante y como no podía ser de otra manera, empezaron a surgir  las dudas, el nerviosismo, los sudores y los escalofríos, entonces en ese momento su historia atravesaba sus mentes como si fuesen los títulos de los capítulos del libro de su vida.

Habían seguido diferentes etapas, en primer lugar se encontraron, acto seguido algo imaginario les unió y después los dos estaban de acuerdo en seguir juntos. Por lo tanto sólo les quedaba el último paso, los dos se enfrentaron al miedo, estaban enamorados.

El pequeño detalle de lo inadvertido.

Llega un momento en el que suena aquella canción y piensas,¿te acuerdas?, o escuchas una frase de aquel libro que te marcó y sientes algo similar a un escalofrío mental. Es así, a quien no le ha pasado esto, quien no ha vivido esta situación.

Es cierto que la mayoría de las personas han vivido esto, lo han sentido y lo que se siente no es ilusión por saberse la letra de la canción, ni tampoco felicidad por saber que del libro que se habla lo leíste, no es así, se nota un cierto cosquilleo que representa el momento al cual está asociado esa letra de canción o la persona con la que relacionas ese libro. Con esto quiero llegar a esos pequeños detalles que tanto nos gustan, los cuales cuando los leemos en otras personas decimos pero qué memoria, cómo se puede acordar de eso. Pues todo es tan fácil de entender si lo llevas a un extremo, cuando tu exageras hasta el máximo algo te das cuenta de que eso tiene importancia, mientras que en tu contexto no se la das.

Por este motivo quiero llegar a una conclusión, ¿cuál es la parte de uno mismo que decide que importancia tiene cada cosa?, ¿tenemos un baremo qué decide qué es lo más importante y de ahí vamos disminuyendo?. Yo no lo sé, sólo puedo asegurar que en la vida la mayor diferencia entre las personas son los pequeños detalles y que no hay que llegar al extremo para valorar algo, no nos dejemos llevar al borde del acantilado porque llegará un día que caigamos y nos demos cuenta que no era una simple canción, ni el mejor párrafo del libro, sino que eran el pequeño detalle de lo que pasó inadvertido.

La gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos.

Amanece de nuevo en la ciudad, vas a la ventana y ves que viene un nuevo día. Muchos ya serán capaces de prejuzgar si será bueno o malo simplemente con sus conocimientos en meteorología, los cuales son de una gran diferencia para unas u otras personas.

¿Cuantas veces habremos escuchado el te has levantado con el pie izquierdo o a quien madruga dios le ayuda?. Es increíble como de una frase uno se puede llegar a sugestionar y pensar en como acomodar esas frases a las acciones que le van ocurriendo a lo largo del día. Al igual que como el horóscopo, un horóscopo ni acierta ni se equivoca, es uno mismo el que piensa si a lo largo del día puede asemejar algo con lo que haya escrito alguien en la previsión signo del zodiaco. Algo así pasa con todo en general, uno intenta hacer algo, alguien le dirá si le ve capaz o no, o mejor dicho si él se vería capaz o no pero asociándolo a ti y tú mismo serás quien te sugestiones y pienses en que llevaba razón esa persona o se equivocaba, o incluso quizás llegues a pensar que si no hubieses hablado con ese alguien también te hubiese ocurrido lo mismo.

Por este motivo y aprovechando la famosa escena de la película "En busca de la felicidad": "No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos."

Porque si crees que lo has hecho todo es que algo estás haciendo mal.

Y mantienes la ventana abierta y miras el reloj, algo no cuadra, son más de las nueve, el sol no está y la luna no ha llegado, entonces en ese momento que pasa, ¿está el mundo parado?. ¿hemos dejado de girar?.

Algo así pasa con lo que deseamos, con los sueños. Un sueño es ese momento que he descrito antes, es aquel instante en el que no vemos el sol y estamos esperando la luna, deseando que llegue eso que queremos se cumpla y seamos felices, pero no, la vida es justo lo contrario, para poder conseguir todo tenemos que trabajar el doble, si no vemos el sol es porque algo lo tapa y si no viene la luna es porque está en otro lado, pero simplemente se soluciona yendo a buscarlo, hay que luchar por aquello que queremos porque como dicen los sabios, nadie va a ir a buscarte a casa, sal fuera y ve tú, escucharás que no puedes hacerlo, que no vas a poder conseguirlo, pero lo escucharás de aquellos que no se ven capaces o que piensan que has tenido una gran idea y no se ven capaces de conseguirlo y por lo tanto desean lo mismo para los demás.

Al final queda sólo eso, queda uno mismo, sólo tú y tú podréis conseguir todo lo que te propongas y si algo no se consigue inténtalo otra vez porque si crees que lo has hecho todo es que algo estás haciendo mal.

"Si crees en los sueños, ellos se crearán"

De repente llegamos un día y nos paramos, miramos atrás y vemos todo lo que hemos ido haciendo, lo que hemos recorrido, lo que ganamos y lo que hemos perdido. Nunca es malo echar la vista atrás y saber que es lo que fallamos, los éxitos pocas veces desaparecen de la memoria, se suele olvidar lo insignificante, perdonar lo malo y recordar lo bueno.

Una vez hecho esto decidimos seguir adelante, empezamos a ponernos retos y metas en los cuales siempre se basan en algo que nos llama mucho la atención y gracias al cual nos imaginamos que nuestra vida daría un giro a mejor. Es fácil llegar a estas metas, lo difícil es mantenerse y por ello considero que hay un principio básico, ya que uno siempre debe pensar de donde viene, cuales han sido sus principios y sus valores y por supuesto no dejarse influir por esa recompensa de haber llegado a esa meta, porque hay que recordar que los valores y principios son los que te hicieron llegar allí, si de verdad es tu sitio ellos te mantendrán.

Algo así pasa con los sueños, un sueño es aquella sensación, evento o acción que quieres que ocurra por el hecho de que proporciona mucha satisfacción y motivación hacia uno mismo. Por eso aprovechando una frase del libro "El Mundo Amarillo" del gran Albert Espinosa os digo que: "Si crees en los sueños, ellos se crearán".

Si lo hemos trabajado con más razón, pero si no, intentemos no desaprovecharlo.

Llega un día que te das cuenta, ha pasado ya mucho tiempo desde que tienes uso de razón y te has ido dando cuenta de muchas cosas, te has chocado contra tantos muros que has ido aprendiendo como se dice a base de golpes, otras veces has tenido la suerte de que has visto los golpes de otros y te los has ahorrado e incluso otras que pensaste que en tu caso sería diferente pero no, el golpe fue el doble.

He aprendido en la vida que cada día es una lección, algunas pueden ser muy útiles, otras puede que se repitan y otras incluso que no ayuden mucho pero siempre estarán ahí. Es imposible darse cuenta de todo, ser por así decirlo un adivino, poder saber que conllevaría cada elección en cada momento de la vida, de ahí que aparezcan los miedos y las inseguridades.

El hombre es curioso por naturaleza y quien no habrá pensado alguna vez en su futuro, en qué días serán los escogidos para que su vida de cambios, cuándo somos adultos o cómo sabemos que lo somos. Es fascinante pensar que nadie sabe que hay más allá de todo esto, por eso sólo pienso que si tenemos la oportunidad de vivirlo, si lo hemos trabajado con más razón, pero si no, intentemos no desaprovecharlo.

Los miedos son nuestra debilidad personal.

Hay una razón en la vida que nos hace cobardes y esa es el miedo. Nuestros miedos son algo que nos define, una serie de características que se relacionan con nuestras debilidades.

Cada miedo es una debilidad, es decir, cada miedo es algo que tenemos que cambiar para conseguir la satisfacción total a nivel personal. Al miedo hay muchas formas de vencerle, pero la que estoy casi seguro de que nunca falla es no dejarlo a un lado. Al final el hecho de recordarlo y hacer cosas que irían contra tu voluntad por temor a aquello que te persigue durante años es la solución. Parece raro pero es así, el miedo al final es algo psicológico y lo que más valoramos casi siempre es lo físico/material, por eso nos influye tanto.

Pero al final de la vida hay que pararse a pensar si has conseguido vencer a tus miedos o al final alguno pudo con nosotros. Esto último sólo es malo en el sentido de que seguro que hay momentos en los que no has disfrutado al máximo por ello y nunca más lo podrás hacer.

Vivimos esperando una app que nos resuelva la vida.

Llevo años escuchando la frase "nos estamos modernizando" y cuando la escucho es alguien que se ha comprado el nuevo ordenador ultra poderoso que acaba de salir o ha conseguido el nuevo mega móvil.

Es cierto que no voy a negar que lo anterior es modernizarse, me engañaría a mi mismo, pero también hemos avanzado en otras cosas, los sentimientos, los pensamientos, en la razón.

Siempre pienso en la frase que se le suele contestar a los abuelos o padres de eso eran otros tiempos, pero no nos damos cuenta de que vamos para atrás, de que la tecnología ha conseguido que ahora nos preocupe todo y no porque no sea importante si no porque antiguamente había cosas que ni se conocían o tardaban en hacerlo, también sólo tenían una opción, luchar por aquello que quieren conseguir y dependían de ellos mismos, ahora esperamos que saquen una app para ver si nos resuelve la vida.

Por eso cada vez que alguien dice "nos estamos modernizando" en un ámbito tecnológico me pregunto si será directamente proporcional al retraso que esta sufriendo la sociedad en cuanto a la razón.

Más allá de lo que ya conocemos. El final de algo.

No os habéis imaginado nunca escribiendo o recibiendo una carta, pero no una carta cualquiera, si no la última carta.

Muchas veces he pensado en como sería eso de escribir algo por última vez, como los finales de las grandes sagas. Siempre he imaginado en como consistiría en escribir lo que por ejemplo un familiar ha significado para ti cuando ya sabes que está en sus últimos momento o quizás recibir una carta que sea justo lo contrario, aquel que se va que te escriba lo que has sido para él. Pero esto no es sólo con este tipo de momentos, que pasaría si con una persona con la que sabes que no vas a volver a hablar jamás por lo que sea la escribes una carta despedida. Muchas veces así se podría saber que se hizo mal y que la carta sea un final cordial, un necesita mejorar pero ya no para ese momento si no para los siguientes.

Muchos os parecerá una tontería, una absurdez, a la mayoría os dará igual el pasado, os aferráis a destino o casualidad, pero nada es así, todo pasa por algo y siempre nos quedará la duda de que hay más allá de lo que ya conocemos.

Al mal tiempo buena cara.

Y llega un momento en el que te das cuenta de que la cuesta o está tardando mucho en asomar la cima o has entrado en una con mucha pendiente. El estado de ánimo empieza a ser duro, pero no sólo el tuyo, empiezas a ver como los que te rodean también lo sienten, o a lo mejor es uno mismo que se obsesiona en que toda la situación a su alrededor está como rara, mejor dicho diferente.

Sientes que falta una chispa de algo que haga cambiar todo. Con el todo me refiero al ambiente, es de saber que nunca está todo mal y que si pensamos alguna vez en que habría que cambiar todo nos equivocaríamos, porque simplemente estaríamos suponiendo que al hacerlo todo va a pasar a ser mejor o por lo menos volver a la normalidad, pero como digo, esto es un simple supuesto, no una certeza.

Al final en las pocas veces en las que he vivido esta situación me he dado cuenta de una cosa, no existen ni medicinas, ni sesiones que te animen, ni tutoriales de autoayuda. Al final lo único que sirve es echarle coraje, salir cada día a por todas y volver a reencontrar el camino uno mismo. Porque os acordáis de algún momento en el que lo hayáis pasado muy mal, si es así es porque lo superasteis y fue gracias a vosotros mismos porque no hay mejor guerrero que uno mismo ya que uno es capaz de saber sus virtudes y sus defectos, pero lo más importante es que sólo uno mismo sabe hasta donde puede luchar.

Si tenemos esa aptitud, no la desaprovechemos.

Una de las mejores sensaciones que el ser humano tiene es soñar. Los sueños son como una especie de máquina del tiempo en la cual solemos pensar como sería aquello que queremos que suceda.

Es rara esa sensación, si siempre nos han dicho que no podemos transportarnos al futuro por qué mentalmente sí, por qué podemos crear en nuestra mente esa sensación que luego nos hace decir la frase clásica de esto ya lo he vivido.

Algún día alguien lo descubrirá, a lo mejor incluso nosotros lo hacemos. Pero hasta que ese día llegue, si tenemos esa aptitud, por qué no aprovecharla ya que un sueño no muere hasta que no lo hace el soñador.

Porque es jueves, sin más.

En la vida cuando llevas bastantes caminos recorridos te das cuenta que por el camino has ido aprendiendo, conociendo gente e ideas pero también las has perdido. A veces te podrás arrepentir y otras no, a unas las echarás de menos y a otras no.

Lo lógico es que hable de las que echas de menos, básicamente porque a las que no se echa de menos no generan ningún tipo de quebradero, incluso algunas ni recuerdos.

En cambio a las que echas de menos pienso que siempre hay que recordarlas, por lástima casi nunca se podrán recuperar pero siempre nos quedarán sus recuerdos, los consejos, las conversaciones, la historia.

¿Y sabéis lo mejor? No hará falta que sea una fecha específica para poder recordarlas, no hará falta que sea ni el aniversario ni el centenario, cualquier día es bueno porque siempre se podrá responder porque es jueves, sin más.

No hay que tener miedo a nada, que todo nos tenga miedo.

El actuar ante una situación que nos asusta es uno de los defectos de la raza humana.

Es cierto pero es así, cada 7 personas de 10 no creen en la existencia de un ser superpoderoso que sea capaz de cumplir lo que deseamos en algunos momentos, entonces, ¿por qué reaccionamos contra ese principio cuando nos vemos atemorizados?.

Al final, cuando uno está atemorizado o con miedo se paraliza deseando que aquello que nos asusta se aleje, se vaya sin que ocurra nada, como si esperásemos que ese ser nos ayudase en ese momento, pero esto no es así, al final el único que nos puede salvar somos nosotros mismos. No hay que tener miedo a nada, que todo nos tenga miedo.

No siempre se habla de alguien, a veces de algo.

Eras un gran desconocido y jamás pensé que pudieses ser tan fuerte. Desde que te conocí he cambiado, me has hecho diferente, me has proporcionado diferentes conocimientos para actuar según la situación en la que estuviese. Me has hecho vivir con algunas dificultades pero gracias a ti he vivido muchos de los mejores momentos de mi vida. Al fin y al cabo no me arrepiento de haberte conocido, no me puedo arrepentir de haber conocido el amor, de haberme enamorado.

El equilibrio en el precipicio es contemplar las vistas.

Todos tenemos un punto de equilibrio, entre lo temerario y lo cobarde encontramos lo valiente pero es muy dificil saber donde está ese punto. Para hacernos una idea si mezclásemos aquellos momentos en los que reaccionamos ante un precipicio con los que nos mantenemos parados porque el precipicio está lejos nos saldría ese punto de equilibrio en el cual podríamos ver tranquilamente las vistas de ese lugar mencionado anteriormente.

Que complicado es saber donde tenemos ese punto de bienestar, es más algunos prefieren vivir al límite y otros en cambio ni acercarse. Al fin y al cabo todo es igual de respetable y todo tiene su valor, podríamos valorar como organizado a aquel que nunca llega a correr el riesgo o de ingenioso al que siempre consigue parar en el borde del precipicio.

Lo haces muchas veces pero parece la primera vez.

Cuando todo sale bien es tan grande la satisfacción. Es cierto que sólo ha pasado un fin de semana, es más, nada más que dos días, pero han sido tan intensos, han tenido tantas aventuras, sorpresas, secretos, noticias, ha habido tantos momentos importantes que parece que han sido dos meses.

Cuantas veces habré hablado con ella, la habré invitado a cenar, pero prometo que cuando el otro día la di su regalo estaba como un flan, es  increíble como en cualquier momento puede ser como si estuvieses haciendo algo por primera vez aunque ya lo lleves haciendo meses y años. En el momento de la respuesta ya no sabía donde mirar, temes una respuesta negativa cuando has hecho algo con tanta ilusión que aunque fuese casi improbable uno piensa que puede ser lo que ocurra pero al fin te das cuenta de que no era así.

En fin, que bonito es estar enamorado, que grande es vivir estos momentos, no sé si de verdad los que no creen en el amor de una forma tan seria son capaces de recompensar estos momentos.

La importancia no siempre es tan importante como consideramos.

Al final tenemos que priorizar, en la vida llega un momento en el que notamos que los años pasan más rápido, que empiezan a pesar y nos damos cuenta que tenemos que separar lo importante de lo secundario.

Es difícil en muchas ocasiones elegir que es lo importante, es más, a veces es como cuando te dispones a colocar un cajón en el cual tienes muchas cosas antiguas y no quieres tirar ninguna porque piensas que algún día tendrán una utilidad, pues esto es igual. Vivimos con miles de retos tanto externos como personales y llega un momento en el que no aguantamos el ritmo y priorizamos, y ahí es donde está el problema porque muchas veces nos equivocamos, consideramos más importante lo que más nos atrae y no siempre es así.

Entonces es cuando te das cuenta, cuando sabes que te has equivocado y cambias tus valores pero no tus principios, pues no merece la pena arrepentirse de lo que no hiciste porque siempre uno supone que hubiese salido bien pero eso es simplemente una de las posibilidades.

El amor, un clásico.

El amor ha pasado a ser un clásico, la sociedad confunde "pillarse" con gustarse y a la vez este con enamorarse. En mi opinión a una persona le pueden gustar diferentes personas, de ahí sale el tradicional término de prototipo. Es dificil pensar lo que estamos perdiendo ahora mismo, un valor tan importante como este porque recapacitemos, si unos jóvenes no quieren vivir una parte de su vida juntos, cuando sean mayores y tengan muchas más manías es improbable que si deseen estar juntos...

Es una pena, pero al fin y al cabo es el mundo que nos ha tocado vivir, los enamorados pasamos a ser vistos como clásicos y tradicionales mientras ellos se autovaloran como "modernos" o "guays".

Así es la vida, mientras unos vemos mal algo pero lo respetamos, los demás suelen faltar el respeto. 

Una sociedad insociable.

La vida es poco generosa, hay mucha gente que no sufre de una enfermedad tan importante como es la empatía. Algunos no se preocupan porque lo que un día ven lo pueden sufrir, esa misma gente que suele ver lo que eran amigos como problemas, aquellos que son como en la antigüedad con la lepra pero ahora en temas económicos, el tópico "no nos acerquemos por si se nos pega". Que pena que haya gente así, que haya personas que tengan asco o miedo a ayudar, personas que quizás un día pasen a ser esa causa del asco, ese problema. Es tan ridículo el mundo en el que vivimos, que provoca que no nos podamos sorprender por nada de lo que vemos, que la gente se conforme con lo que tiene, que perdamos hasta el concepto de sociedad.

No todo es gracioso pero todo tiene su gracia.

La vida suele tener siempre dos visiones, en cada momento siempre tenemos dos polos, dos puntos de vista diferentes y aunque a veces uno de ellos nos resulta exagerado siempre hay alguien que se sitúa desde ese lado. Yo en la vida he elegido coger el lado humorístico de todo, el saber sacar una risa en un momento alegre es fácil, la situación ayuda a ello, casi que el único esfuerzo es continuar ese estado de ánimo; pero que me dices de los momentos duros. En esos momentos es mentira el tópico que para hacer una broma debes conocer a la otra persona, entonces no habría humoristas, sólo se contarían chistes en familia y los payasos sólo producirían miedo. Ese miedo al que te enfrentarás cuando hagas una gracia porque darás con gente en la vida que no se lo toman como tu deseabas pero seguro que hay muchos que desearán escucharte otra vez y al final triunfa el que lo intenta, el que hace algo grande, el que se ríe del mundo antes de que el mundo empiece a llorar.

Una burbuja de sueños y deseos.

Miramos a la derecha y a la izquierda, alante y atrás, arriba y abajo pero pocas veces a nosotros mismos. Vivimos en una constante burbuja de sueños y deseos, de ilusiones, y eso permite que no nos demos cuenta que vivimos esperando, esperando a que pase algo... Cuando nos damos cuenta, hemos perdido una parte de nosotros, ese ojalá llegue mañana sin darte cuenta que perdiste el ayer. Es difícil asimilar de que para cumplir tus sueños tienes que hacer que cada día sea una parte de ese sueño, porque hay que ser objetivos, todos sabemos que nadie va a venir a casa o que alguien va a salir de una lámpara y nos va a conceder ese placer de elegir lo que queramos. Sólo nos queda asentar la cabeza y no arrepentirnos por no llegar a ser lo que queríamos, sino pensar en como a través de lo que tenemos a la derecha e izquierda, alante o atrás, arriba y abajo podemos conseguir nuestro sueño.

Tímidas lágrimas.

Pensemos cuantas veces lloramos en la vida. Si lo analizamos lloramos por una gran variedad de causas como por ejemplo de la risa, de dolor, por orgullo y también por empatía, pero ninguna de esas es negativa, en todas ellas estamos liberando energía positiva o negativa. Sólo hay un motivo negativo en el lloro, cuando lo hacemos por algo de lo cual no nos atrevemos a transmitir, a comentar, por eso que nos queremos quedar nosotros mismos y aquello que al fin y al cabo nos define, porque todo el mundo guarda un secreto, aquel momento, persona, canción o frase que nos representa, aquello por lo cual siempre tendremos una razón por la cual llorar en la vida.