El ritmo de la vida

Y nos damos cuenta que la vida pasa, que de lo malo ya hemos sacado algo bueno y que de lo bueno hacemos grandes recuerdos. Hemos aprendido que ante una adversidad tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, que rendirse no es una opción y el límite lo tenemos que poner más alto para seguir adelante. Seguir adelante en un camino donde a veces nos encontramos solos, en el cual intentamos prorrogar los miedos en vez de enfrentarnos a ellos, donde cada día nos proponemos cambiar y empezar a ser mejores tanto con nosotros como con los demás y recordad que siempre el principal motivo por el que hay que cambiar es por ser y estar mejor con uno mismo.