lunes, 22 de abril de 2013

Lo breve y bueno, dos veces bueno.

En un principio piensas en escribir una historia, pero para ello debes tener en cuenta dos factores importantes: primero es la constancia, el estar todos los días realizándola; y en segundo lugar es muy difícil conseguir que la gente tenga un tiempo para leerlo todos los días. Después piensas en hacer minihistorias, algo así como una página diaria pero que si te has perdido la mitad no pasa nada porque no tienen relación; pero al final te das cuenta de lo que realmente a la gente le interesa son las reflexiones cortas pero intensas, que te hacen pensar pero no mucho tiempo. Es aquí como nace todo esto, es por eso que algún día escribiré mi historia.

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