miércoles, 16 de enero de 2013

N'abandonne jamais

Despierta! Le gritó uno de sus compañeros. Te has quedado dormido en medio de clase y vamos a perder el bus...
Todos los días le parecían iguales, la misma rutina, tenía que escuchar durante horas a muchas personas explicándole diferentes temas, y  él no le encontraba interés en ninguno. Pero algo cambiaba esos días, los hacía especiales. Entre clase y clase se salía al pasillo, se tiraba siempre al suelo en los cinco minutos, desde ahí podía ver todo aquello que le interesaba, todo aquello que transformaba la rutina en novedad.

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